lunes, 17 de septiembre de 2007

medios y materiales educativos



EL MATERIAL DIDÁCTICO COMO RECURSO EDUCATIVO
La actividad del maestro, es decir, la enseñanza, se considera como una actividad de mediación entre la cultura, en su sentido más amplio, representada en el currículo, y el alumno. Por tanto, el maestro, a través de la actividad de la enseñanza, ha de facilitar el aprendizaje del alumno, para lo cual dispone de diferentes elementos, medios o recursos, de los que se ayuda para hacer posible su labor de mediación cultural. Esas ayudas del material didáctico es todo aquel objeto artificial o natural que produzca un aprendizaje significativo en el alumno. Teniendo en cuenta que cualquier material puede utilizarse, en determinadas circunstancias, como recurso para facilitar procesos de enseñanza y aprendizaje (por ejemplo, con unas piedras podemos trabajar las nociones de mayor y menor con los alumnos de preescolar), pero tenemos que considerar que no todos los materiales que se utilizan en educación han sido creados con una intencionalidad didáctica, distinguimos los conceptos de medio didáctico y recurso educativo. Los materiales didácticos son usados para apoyar el desarrollo de niños y niñas en aspectos relacionados con el pensamiento, el lenguaje oral y escrito, la imaginación, la socialización, el mejor conocimiento de sí mismo y de los demás, los materiales didácticos han ido cobrando una creciente importancia en la educación contemporánea. Las memorizaciones forzadas y las amenazas físicas dejaron de ser métodos viables hace mucho tiempo, dando paso a la estimulación de los sentidos y la imaginación.


LA IMPORTANCIA DEL MATERIAL EDUCATIVO DE CALIDAD


El material didáctico va directamente a las manos del niño, de ahí su importancia; funciona como un mediador instrumental, incluso cuando no hay un adulto que acerque el niño a los aprendizajes.El material didáctico puede incidir en la educación valórica desde muy temprana edad. Un buen ejemplo es la incorporación de citas a obras de arte entre los objetos con que juegan los niños y niñas, otro ejemplo uno de los últimos diseños de Fundación Integra: un juego de dominó confeccionado con piezas que en vez de números o figuras elementales utiliza fragmentos de obras del arte universal. "No es lo mismo recordar chanchitos, peras y manzanas que recordar este tipo de cosas, que tienen más detalles en los que fijar la atención". Por otro lado, suministrando materiales didácticos a las escuelas. Su forma de trabajo es la que sigue la mayoría de las empresas del rubro: hace visitas a colegios para ver con qué trabajan y cuáles son sus necesidades reales de materiales. Luego se abastecen de materiales didácticos en otros países, buscando aspectos educativos específicos. El material tiene que ser no tóxico, no puede presentar riesgos. "Los niños son muy visuales, quieren tocarlo todo".


SELECCIÓN Y EVALUACIÓN DE MEDIOS Y MATERIALES EDUCATIVOS


Siguiendo con lo que hemos venido comentando, la evaluación debe alcanzar a todos los elementos participantes en el currículo, aunque como nos comenta Cabero (2001), la realidad es que ha existido más tradición por unos que por otros, encontrándonos con las Tecnologías de la Información y la Comunicación en este segundo bloque.También es cierto que, en los últimos años en nuestro contexto, han ido apareciendo estudios que apuntan hacia la significación y problemática de la temática que comentamos: Santos (1991),Cebrián y Ríos (1996), Cabero (1994 y 1999), Sevillano (1995), Marqués (1995), Parcerisa (1996),Fernández Batanero (1998) y Cabero y Gisbert (2002), así como los documentos referidos a la evaluación de medios específicos: Salinas (1992), Prendes (1997), Cabero y Duarte (1999), Marqués (1999, a y 2002) y Martínez y otros (2002).Antes de comenzar, tenemos que decir que, aunque por motivos operativos nosotros vamos a presentar la información de forma individual, desde nuestro punto de vista no tiene sentido la evaluación de los materiales curriculares realizada de forma aislada y desintegrada del resto de los componentes del currículo: profesor, alumno, contexto, contenidos, etc.En definitiva, como indicamos, la evaluación es un proceso controlado basado en criterios de valor, pudiendo cumplir, en el caso de la realizada sobre medios, funciones muy diversas y variadas. Por su parte, Cabero (1994: 245) las sintetiza en las siguientes:Adquisición de equipos, búsqueda de criterios para su utilización didáctica, análisis de las posibilidades cognitivas que propician, mejora de aspectos técnicos y estéticos, adecuación general del material a las características de los receptores, diseño y rediseño de los medios producidos, lecturabilidad, rentabilidad económica y mejora del diseño ergonómico.En cuanto a los modelos o estrategias de evaluación específicas de medios, en la literatura sobre el tema, nos encontramos con una gran variedad de ellos, así Tejada (1999) nos habla de modelos de verificación de logros, de evaluación respondente, toma de decisiones, sin referencias a metas, evaluación iluminativa y crítica artística.Posiblemente sea House (1994: 23-44) quien ha realizado una de las taxonomías más completas de los diferentes enfoques de la evaluación, diferenciando entre: análisis de sistemas, objetivos conductuales, decisión, sin objetivos definidos, crítica de arte, revisión profesional, cuasi-jurídico y estudio de casos. En esta línea, Salinas (1992) señala cuatro tipos de evaluación sobre los medios: evaluación prospectivao relativa al contexto, centrada en valorar y responder a cuestiones de cuáles son los medios más adecuados a un proyecto particular; evaluación del producto, cuya pretensión es valorar el contenido científico de un material antes de su difusión; evaluación para la selección de medios, en la que se procura ofrecer a los docentes criterios para escoger y distinguir los medios más adecuados para la consecución de los objetivos; y evaluación en circulación, cuyo objeto es evaluar aspectos como la respuesta emocional, el recuerdo de la información, la facilidad de inserción curricular, etc.Por su parte, Marqués (1995: 202-207), refiriéndose al software informático, indica la existencia de dos tipos de evaluaciones: internas y externas.3. CABERO (1994C: 246) INDICA CUATRO FORMAS DIFERENTES DE REALIZAR LA EVALUACIÓN DE MEDIOS3.1 Evaluación del medio en sí: Persigue una evaluación interna del propio medio y de sus características técnicas y didácticas intrínsecas. Puede realizarse desde una perspectiva global o discriminando diferentes dimensiones: contenidos, imágenes, ritmo, etc.3.2 Evaluación comparativa del medio: Contrastándolo con otro, con el objeto de analizar su viabilidad para alcanzar determinados objetivos o sus potencialidades técnicas y expresivas para presentar determinadas informaciones. 3.4 Evaluación didáctico-curricular: Efectuada sobre el medio para conocer su comportamiento en el contexto de enseñanza y aprendizaje y sus posibilidades de interrelación con el resto de los elementos curriculares.Proponiendo también este autor tres tipos de estrategias de evaluación de los medios en función de quien la realiza: autoevaluación por parte de los productores, consulta a expertos y evaluación “por” y “desde” los usuarios, pudiéndosele incorporar la evaluación por investigadores, es decir, la realizada bajo la estructura de estudios científicos que persiguen la comprensión del conocimiento de determinadas variables utilizadas en el diseño y la producción de los medios (Cabero, 2001). Podemos decir que esta evaluación es procesual y empieza desde la elaboración del guión y las decisiones que se adoptan para incorporar unos elementos y no otros.Anteriormente, cuando hablábamos de los tipos de evaluaciones de software informático, propuestas por Marqués (1995), internas y externas, podemos decir que la primera hace referencia a la estrategia de evaluación que estamos comentando. Otros autores denominan a este tipo de evaluación, formativa (Bork, 1985; Squires y McDougall, 1997), realizada durante el desarrollo y no sobre el producto final.Este proceso de evaluación, presenta una serie de ventajas e inconvenientes que, de acuerdo con Salinas (1992), sintetizamos en el siguiente cuadro.

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